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Hipertensión: la enfermedad silenciosa que afecta a millones sin saberlo
Aunque no da señales visibles al inicio, la hipertensión puede causar daño irreparable si no se detecta a tiempo. Conoce cómo prevenirla y controlarla desde la atención primaria.

Sentir que todo anda bien, sin síntomas ni molestias, y sin embargo vivir con una presión arterial elevada que, sin previo aviso, puede desencadenar un infarto o un accidente cerebrovascular. Así de peligrosa y silenciosa es la hipertensión arterial (HTA), una enfermedad crónica que afecta a una gran parte de la población chilena, especialmente a partir de los 40 años.
Según datos, la prevalencia de hipertensión ha ido en aumento en los últimos años, en parte por el envejecimiento de la población, pero también por el estilo de vida moderno: sedentarismo, estrés, mala alimentación y falta de controles preventivos.
¿Qué es la hipertensión y por qué se le llama “silenciosa”?
La hipertensión arterial se define como una elevación sostenida de la presión que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias. Cuando esta fuerza supera los valores normales —por lo general 140/90 mmHg o más— el corazón y los vasos sanguíneos trabajan bajo presión constante, lo que puede dañar órganos vitales como el corazón, los riñones y el cerebro.
A diferencia de otras enfermedades, la hipertensión puede no manifestarse con síntomas claros en sus etapas iniciales. De ahí su apodo de “enemigo silencioso”. Muchas personas conviven durante años con niveles altos sin saberlo, hasta que aparece una complicación grave como un infarto al miocardio o un ACV.
“El mayor peligro de esta condición es que no avisa. Por eso insistimos tanto en que las personas se midan la presión regularmente, aunque se sientan bien”, advierte Carlos León Vega, enfermero y referente comunal de la Dirección de Salud de la Corporación Macul.
¿Qué consecuencias puede tener si no se trata?
Si no se controla a tiempo, la hipertensión puede desencadenar una serie de problemas graves: desde insuficiencia cardíaca, enfermedades renales y pérdida de visión, hasta accidentes cerebrovasculares y demencia vascular. En palabras simples, puede afectar de forma irreversible la calidad y esperanza de vida.
Factores de riesgo: ¿Quiénes deben preocuparse más?
Existen factores no modificables, como la edad, los antecedentes familiares y el sexo, que influyen en el desarrollo de la hipertensión. Sin embargo, los hábitos de vida juegan un rol clave en su aparición y progresión.
Entre los factores modificables se encuentran el consumo excesivo de sal y alcohol, el tabaquismo, la inactividad física, el sobrepeso y el estrés crónico. También hay una estrecha relación entre la hipertensión y trastornos del sueño como la apnea.
La importancia del control desde los 35 años
A partir de los 35 o 40 años, es fundamental incorporar el control de la presión arterial dentro de los chequeos regulares. De hecho, en los Centros de Salud Familiar (CESFAM) de Macul, se promueve activamente el acceso al Examen de Medicina Preventiva del Adulto (EMPA), una herramienta gratuita que permite detectar precozmente factores de riesgo cardiovascular.
“El EMPA es una oportunidad clave para descubrir hipertensión antes de que cause daño. Es gratuito, rápido y está disponible en todos nuestros CESFAM”, subraya el enfermero Carlos León.
La prevención como pilar: alimentación, ejercicio y seguimiento
Adoptar un estilo de vida saludable es esencial para prevenir y controlar la hipertensión. Entre las recomendaciones más efectivas se incluyen:
• Realizar actividad física regular (al menos 150 minutos semanales).
• Mantener una dieta equilibrada, baja en sal y rica en frutas, verduras y granos integrales.
• Evitar el alcohol y el tabaco.
• Controlar el estrés y mejorar la calidad del sueño.
Además, el monitoreo regular de la presión en casa y la adherencia a los tratamientos médicos son claves para un manejo exitoso de la enfermedad.
Desde la Dirección de Salud de la Corporación Macul hacen un llamado claro a la comunidad: no esperar a tener síntomas para actuar. “La hipertensión se puede controlar, pero para eso hay que detectarla. Que no duela no significa que no esté dañando”, concluye el profesional.
En Macul, el acceso a controles y exámenes preventivos es gratuito. Solo basta con acercarse al CESFAM más cercano, estar inscrito y solicitar hora en el SOME. Cuidar tu presión hoy puede evitar una complicación mañana.