Jardín Infantil Iluña Poreko Tañi Mapu homenajeó a niñas y niños del Nivel Medio Mayor

La comunidad educativa y las familias celebraron este fin de ciclo junto a los pequeños.

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El pasado miércoles 9 de enero se desarrolló la jornada más emocionante en la trayectoria anual del jardín infantil Iluña Poreko Tañi Mapu, donde niñas y niños pertenecientes al Nivel Medio Mayor vivieron su última experiencia como preescolares, siendo promovidos para cursar Pre Kinder durante el año 2019.

La ceremonia permitió reconocer el logro alcanzado por los pequeños al alero del sello intercultural que distingue al establecimiento, con la habitual dedicación de toda su comunidad educativa que día a día orientan su labor a trasmitir a cada niña y niño el valor de la inclusión.

Elizabeth Rivera, Directora del Jardín Infantil, destacó la importancia de trabajar los valores interculturales en cada actividad que viven los niños y niñas, otorgándoles la posibilidad de experimentar ceremonias ancestrales e integrar el idioma de nuestros pueblos originarios a su quehacer cotidiano. En ese sentido, señaló que “nuestra misión es enseñar el valor de todas las culturas, no sólo de las tradiciones mapuches, pues creemos que el amor y el respeto a la singularidad que nos hace a cada uno diferente es lo que nos permite vivir en paz y crecer como sociedad”. 

Para Flor María Nais, su nieto ha desarrollado muchas habilidades sociales durante los años que ha pasado en el Jardín, formando parte de las fiestas y ritos que integran la cultura mapuche a la realidad que viven las niñas y niños, y señaló que “experimentar el sello multicultural es muy bueno para sus vidas, es importante que conozcan la lengua como parte de la historia de nuestro país”.

Yovanna Reinagas, apoderada de origen peruano, comentó que el aprendizaje ha sido para toda la familia, pues han conocido las raíces del pueblo chileno y eso les ha permitido apreciar la cultura del país que los recibe de manera particular, y destacó que “estoy agradecida de las tías, de la enseñanza y del estímulo constante para superarse, pues veo a mi hijo feliz, creciendo en un ambiente de respeto”.