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Día Internacional Contra el Acoso Escolar: reflexiones y estrategias para combatir el bullying
Una jornada para reflexionar sobre la prevalencia del bullying en las escuelas y cómo enfrentarlo.
Cada 2 es el Día Internacional contra el Acoso Escolar, una fecha que pone de relieve la urgente necesidad de combatir el bullying en las aulas. La violencia escolar, que abarca desde agresiones físicas hasta el ciberacoso, afecta la salud emocional y psicológica de miles de niños y adolescentes. Padres, educadores y profesionales de la salud mental deben mantenerse atentos a las señales de alerta y adoptar medidas efectivas para enfrentar este fenómeno.
¿Cómo saber si un niño está siendo víctima de bullying?
Lo primero es identificar cambios conductuales significativos, sobre todo relacionados con la escuela. Andrea Gómez Martínez, psicóloga y subdirectora de COSAM, explica:
“Las expresiones de que un NNA está sufriendo bullying pueden ser múltiples, pero algo importante es cuando uno nota un cambio conductual significativo, sobre todo asociado al contexto escolar. Los cambios van desde retraimiento a expresiones de agresividad e irritabilidad, ansiedad, baja autoestima, dolores frecuentes de cabeza o estómago, alteraciones del sueño y rendimiento académico bajo. Frases como ‘nadie me quiere’ o ‘soy un estorbo’ indican un sufrimiento profundo que debe ser atendido con urgencia”.
La especialista señala que el acoso tiende a normalizarse en los entornos escolares, y reportarlo puede interpretarse como una traición. “Los NNA más pequeños pueden tener dificultades para hablar porque muchas veces no comprenden bien lo que les ocurre o no tienen el lenguaje para expresarlo. El miedo, la vergüenza o la desconfianza también influyen. La respuesta de los adultos, especialmente del colegio, determinará si un niño se siente seguro para contar lo que vive”, indica Gómez Martínez.
¿Qué medidas deben tomar los padres?
Si un hijo está siendo acosado, Gómez Martínez recomienda construir una relación de confianza, evitando culparlo. “Es clave brindar apoyo incondicional, recopilar información precisa, comunicarlo a la escuela y activar protocolos. Además, fortalecer la autoestima del NNA y buscar apoyo profesional si es necesario. Se debe hacer un seguimiento constante para asegurar que el acoso no continúe”, detalla.
La ausencia de figuras parentales afectivas y presentes influye en que un niño desarrolle conductas de acoso. “El maltrato familiar, ya sea físico o invalidante, afecta la autoestima y normaliza conductas violentas. Muchos agreden porque también han sido víctimas. Hablar en un espacio de confianza permite detectar lo que ocurre en otras áreas de su vida”, explica la subdirectora de COSAM.
Acciones para prevenir el bullying y el impacto en la salud mental
Para prevenirlo, se recomienda promover una cultura de respeto, empatía e inclusión mediante normas claras y actividades formativas. “Es clave involucrar a los estudiantes en acciones de buen trato, junto con docentes y familias. Capacitar, educar en habilidades socioemocionales y contar con protocolos eficaces permite abordar oportunamente el acoso”, plantea Gómez Martínez.
El bullying daña gravemente la salud mental, generando rechazo, baja autoestima, ansiedad, dificultades académicas y, en casos graves, ideación suicida. “Mientras más tiempo persista el acoso, mayor será su efecto emocional y en la personalidad del NNA. Por eso es fundamental intervenir a tiempo”, subraya la profesional.
Si mi hijo agrede a otros ¿Qué hago?
Si un NNA agrede a otros, Gómez Martínez recomienda intervenir de forma comprensiva, sin etiquetarlo, y comprender el origen de la conducta. “Hay que trabajar en conjunto con familia, escuela y profesionales para establecer límites, fomentar empatía y brindar apoyo psicosocial. Más que castigar, se debe educar y contener para cambiar positivamente esa conducta”, puntualiza.
El Día Internacional contra el Acoso Escolar es una oportunidad para tomar conciencia y actuar. Detectar a tiempo las señales, escuchar sin juicios a niños, niñas y adolescentes, y trabajar entre familia, escuela y profesionales permite prevenir y enfrentar el bullying. Como comunidad, debemos construir entornos seguros, afectivos y respetuosos para que ningún niño o niña crezca bajo la sombra de la violencia. La responsabilidad es de todos.